Sin duda la noticia astronómica de estos días es el eclipse de Sol que se producirá el 8 de Marzo. Sin embargo esta vez no vamos a tener la misma suerte que el pasado año y no podremos disfrutar de este fantástico espectáculo a no ser que viajemos al otro lado del mundo, pues la zona de visibilidad del eclipse pasa por parte de Asia y Oceanía y tocará un poquito parte de Norteamérica, pero no será en absoluto visible desde Europa. 
Lo bueno es que este mismo 8 de Marzo se producirá una oposición del planeta Júpiter, el cual se convertirá por unos días en el objeto más brillante del cielo nocturno. Esto será asi porque coincide que no habrá Luna (ocupada al otro lado del mundo produciendo un eclipse) y que Venus no será visible estos días.

Y en astronomía...¿Qué es eso de una oposición?

Como sabemos, todos los planetas, incluida la Tierra, se mueven alrededor del Sol por lo que a lo largo del tiempo ocupan diferentes posiciones, como es natural. Cuando coincide que un planeta, la Tierra y el Sol se colocan en linea recta, decimos que ese planeta está en oposición, y este 8 de Marzo será Júpiter el que se va a alinear con la Tierra y el Sol. Es un fenómeno bastante frecuente que se produce cada 400 días aproximadamente. Una oposición puede ocurrir también con Marte, Saturno, Urano y Neptuno (aunque estos dos últimos no se ven a simple vista) y con la Luna, en ese caso tenemos una “Luna llena”, pero no con los planetas Mercurio y Venus, pues al estar en órbitas más cercanas al Sol que la nuestra nunca pueden estár “al otro lado”.

¿Es este un buen momento para la observación de Júpiter?

La oposición de un planeta siempre es buen momento para observarlo pues ocupa una posición más cercana a la Tierra de lo habitual. De todas formas, como las órbitas son elípticas y no circulares, esta distancia no es siempre igual y por eso algunas oposiciones son especialmente propicias para la observación, como la de Júpiter de 2010. Además debido a la especial posición alineada, el Sol iluminará completamente la cara vista del planeta, es decir estará en fase “lleno”. En otras posiciones veríamos iluminado un porcentaje más pequeño del planeta, con una forma “gibosa” similar a la de la Luna cuando faltan (o se pasan) un par de dias para el plenilunio. En tercer lugar, lógicamente, el Sol y Júpiter estarán en lugares opuestos, es decir, en el momento que se ponga el Sol por el Oeste, estará saliendo Júpiter por el Este, y al amanecer, Júpiter se estará poniendo. Esto hace que Júpiter se pueda ver durante toda la noche y además en las horas más oscuras estará en su posición más alta, cosa que también es bueno para la práctica de la observación.

¿Podremos verlo a simple vista?

Por supuesto. SIEMPRE que Júpiter está visible lo está a simple vista, no hay que olvidar que junto con Mercurio, Venus, Marte y Saturno, forma el conjunto de planetas conocidos desde la antigüedad, mucho antes de la invención del telescopio allá por el siglo XVII. Lo que hay que tener en cuenta es que, a pesar de ser el mayor planeta del sistema solar (si, es un planeta enorme) y aunque ahora se encuentra algunos cientos de millones de kilómetros más cerca que otras veces, sigue estando muy lejos. A simple vista, veremos una “estrella” muy brillante, muy fácil de localizar, pues como ya dijimos, estará saliendo por el Este al anochecer, bajo la constelación de Leo. 
En algunos medios se indica que es buen momento para observar los satélites, y los fenómenos atmosféricos del planeta como las bandas de colores o las gigantescas tormentas como la famosa gran mancha roja. Para ello vamos a necesitar algún aparato óptico. Con unos prismáticos (valdrían unos de 10x50, muy comunes para uso no astronómico, aunque mejor si son algo mayores, claro) ya podríamos ver los satélites principales, con aspecto de  pequeñas estrellitas cercanas al planeta. Son fáciles de distinguir y como giran alrededor de Júpiter en cuestión de horas en poco tiempo se aprecia su cambio de posición. Si vamos a usar prismáticos es importante apoyar los codos en algún sitio para evitar el temblor. Para distinguir detalles en el planeta ya necesitaremos un telescopio. Con uno pequeño distinguiremos las bandas claras y oscuras, para la gran mancha roja y otros detalles ya necesitaremos uno mejor. Si nos enteramos de alguna observación pública organizada por una asociación de aficionados u otro organismo, no hay que perder la ocasión.

¿Nos dejarán verlo las nubes?

No pasa nada si el día propio de la oposición, el 8 de Marzo, tenemos nubes, Júpiter seguirá viéndose durante la mayor parte de la noche y en muy buenas condiciones durante semanas, aunque debemos evitar las noches con mucha luna. Cuando las nubes se aparten, ahí seguirá. El propio día 8 ya se podrá ver en toda la mitad sur de la Península, mientras que las noches del fin de semana del 12 y 13 quedarán despejadas en el norte (a excepción de Euskadi y Cantabria que lo tendrán algo más complicado). En Canarias, la madrugada del lunes 14 será el mejor momento, aunque antes en el sur y en Lanzarote y Fuerteventura es posible que ya se pueda observar el fenómeno.

¿Por que no debo perdérmelo?

Hay que saber que las preciosas fotos a todo color que vemos en libros y revistas están tomadas con grandes telescopios profesionales, telescopios espaciales y sondas de exploración planetaria y lo que veremos con nuestros medios no es comparable. Pero aún así Júpiter nunca decepciona. Incluso con un pequeño telescopio o unos prismáticos, la visión de sus satélites: Ío, Europa, Ganimedes y Calisto nos sorprende y maravilla y debe recordarnos que es precisamente esa imagen la que, hace 400 años, convenció definitivamente a Galileo Galilei de la validez de las teorías heliocéntricas de Copérnico (es decir, que la Tierra y el resto de planetas giran alrededor del sol), cuya defensa y enseñanza a punto estuvieron de costarle la vida.