Este año viene liviano en lo tocante a huracanes en el Atlántico, al menos hasta ahora. Con la estación mediada, ninguno llegó a ser declarado como tal; hemos tenido 7 tormentas tropicales (por ejemplo Dorian) pero parece que la situación va a cambiar esta semana, una semana que normalmente marca el pico de actividad máxima de la temporada.

Estamos muy pendiente de Humberto, la octava tormenta tropical convertida ya a esta hora en huracán. Es especial, no sólo por ser el primero (que eso siempre da empaque) si no porque la trayectoria que se prevee que realice difiere de las habituales.

Normalmente, los huracanes (tras nacer de ondas tropicales africanas y crecer como tormentas tropicales) suelen enfilar en su desplazamiento directamente hacia el Caribe, siguiendo al agua caliente que son como sus miguitas señalizadoras del camino a casa; al llegar allí, normalmente giran para permanecer en el mar y/o se introducen en Tierra en donde, tras causar normalmente destrozos, terminan muriendo al no tener el alimento del mar caliente.

Pero Humberto parece que, ya de entrada, girará hacia el nor/noroeste, dirigiéndose hacia nuestras latitudes aunque sin llegar a ellas. En Canarias será el jueves por la tarde el momento en que Humberto esté más próximo. Por ahora no se prevee que aporte ni vientos, ni lluvias destacadas.

Por tanto, por ahora no parece probable que nos vaya a afectar, pero en todo caso estaremos muy pendientes de su evolución. No sería el primero que nos visita, ni tampoco será el último. Veremos…