Las rías gallegas vuelven a estar en un episodio de "marea roja", por lo que retomamos en este post parte de los contenidos publicados originalmente en el mes de octubre y los actualizamos con la situación actual.

El fitoplancton (organismos microscópicos de entre 2 y 200 micras) es la principal fuente de alimento de los moluscos bivalvos, como son los mejillones, almejas, berberechos o vieiras (entre otros). Estos organismos apenas tienen capacidad de movimiento y se transportan debido a las corrientes marítimas.

Las aguas costeras de Galicia, especialmente el litoral atlántico, son muy ricas en fitoplancton, muchas veces oímos hablar de "afloramiento" o "upwelling". Este fenómeno se produce en la costa atlántica tras varios días soplando viento del norte o nordés. Ese viento empuja el agua superficial hacia el oeste (mar adentro) y ese "hueco" lo ocupan aguas procedentes del fondo marino. Este agua, además de estar más fría, es muy rica en nutrientes y por tanto hace aflorar esa materia prima para peces y mariscos, provocando que Galicia sea tan rica en estas especies.

Pero el fitoplancton también es el responsable de algunos problemas ecológicos cuando se desarrolla en exceso. Esta proliferación de algas nocivas (conocida como HAB por sus siglas en inglés, Harmful Algae Bloom) puede hacerse visible a simple vista y en ocasiones produce impactos negativos sobre sus depredadores mediante la producción de toxinas naturales.

Este "bloom" de algas tóxicas se conoce erroneamente con el término coloquial de "marea roja", pero ni es un fenómeno asociado a las mareas, ni tiene porque provocar una coloración roja en el mar.

Desde finales del siglo pasado son muchos los investigadores dedicados a tratar de predecir estos eventos nocivos para la salud, son bastantes los avances realizados, pero aun no es posible tener un pronóstico de cuando se pueden producir. El mecanismo físico de afloramiento de nutrientes (viento del norte) y posterior apilamiento en la costa (viento del sur justo tras ese afloramiento) es conocido, pero son muchos los factores biológicos que potencian o atenúan ese afloramiento y no todos son predecibles.

El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (INTECMAR) en uno de sus controles diarios y rutinarios encontró una cantidad elevada de células tóxicas en sus muestras de agua, que posteriormente se confirmó en las muestras de mejillón, berberecho y que obligó al cierre de los bancos para impedir que estos bivalvos llegasen a comercializarse y afectar por tanto a la población. (En este punto cabe destacar que los consumidores podemos estar tranquilos si compramos de forma legal marisco gallego, gracias a los exhaustivos controles de este centro).

¿Cómo aparece y dónde se detecta?

En muchas ocasiones este "bloom" de fitoplancton se localiza en un primer momento en aguas portuguesas y es arrastrado por las corrientes hacia Galicia (provocadas por el viento del sur y por las aportaciones de agua dulce de los ríos) por lo que hay margen para avisar al sector, llegando en un primer momento a los bancos flotantes (bateas) y posteriormente a los bancos en tierra. Pero existen otros casos en los que se detecta un repentino y masivo afloramiento de fitoplancton en los bancos terrestres y los vientos del sur, que provocan corrientes de entrada en las Rías (el agua superficial se mueve unos 45 grados a la derecha del viento) impide que el agua se regenere y que por tanto hace que la toxina permanezca pegada a la costa, afectando a toda la costa gallega y a prácticamente la totalidad de los bancos marisqueros. Esto suele ocurrir cuando tras varios días soplando viento del norte-nordés se produce un brusco cambio a vientos del sur. El viento del norte como decíamos favorece la aparición de ese fitoplancton, el giro a viento del sur favorece el ascenso de la temperatura del mar, y por tanto la reproducción masiva de estos microorganismos y además, si se mantiene en el tiempo, impide la regeneración de las Rías haciendo que estas "se contaminen".

Tipos de toxinas

Las toxinas que históricamente se han encontrando en Galicia en el fitoplancton han provocado episodios tóxicos amnésicos (toxinas ASP), episodios paralizantes (toxinas PSP) y episodios diarreicos (toxinas DSP, que son los más frecuentes y lo menos graves para la salud humana). En este caso, la toxina detectada en aguas gallegas se corresponde con las de este último género, lipofílicas, y que afectan al tracto digestivo.

Evolución de la "marea roja"

Durante los próximos días, las condiciones meteorológicas no ayudarán a que a través de un mecanismo físico desaparezcan o se atenue al menos la cantidad de toxinas en las aguas gallegas. Empezarán a soplar vientos del oeste-suroeste, que no ayudarán a regenerar el agua de las Rías. Es posible que al final de la semana que entra empiece a soplar viento del norte, aunque no parece que vaya a durar muchos días. Esperemos que a través de algún mecanismo biológico (depredación por parte de otros organismos, etc) las aguas gallegas recuperen su habitual calidad.