En casi toda Galicia, llovió menos días de lo habitual, pero las cantidades totales recogidas son las esperadas para un mes de septiembre "normal", o incluso están algo por encima en todo el litoral gallego. Es decir, la lluvia ha caído concentrada en días muy concretos. Realmente, casi toda se registró por el paso de un frente frío muy activo el día 13 y por la posterior inestabilidad que generó los días 14 y 15 y por otro frente frío el día 24.

Solo en el litoral coruñés llovió los días habituales de un mes de septiembre y es que algún frente muy deshecho llegó a rozar ese litoral, pero al igual que en el resto de Galicia las cantidades importantes de lluvia se concentraron en los días que relatábamos antes.

Así que, la respuesta a la pregunta inicial sonará a tópico, pero se podría decir que "depende". Lo más preocupante es que esto no parece que vaya a ser un mes aislado. Es una tendencia que ya se viene observando en años pasados y es una de las conclusiones que nos apuntan los estudios de cambio climático. A la conocida subida de las temperaturas (que también se reflejó en este mes de septiembre) y a la subida del nivel del mar, todo apunta a que en el noroeste peninsular se le sumará que veremos menos días de lluvia, pero con lluvias más intensas cuando estas se produzcan, recogiendo, en media, la misma cantidad de agua.

Los pronósticos a medio y largo plazo apuntan a que Octubre seguirá esta misma dinámica. Las borrascas se formarán en el Atlántico a un ritmo normal, pero la presencia anticiclónica que nos dejará bastantes días soleados en este mes, hará que gran parte de los frentes lleguen muy deshechos a Galicia, solo rocen el litoral noroeste y solo los más activos descarguen importantes precipitaciones, concentradas en días puntuales.

Aunque esto suene a buena noticia (no dejará de llover y tendremos más días de sol) no lo será. Además de llover de forma más concentrada, la tierra estará más seca cuando esta caiga, y le será más complicado absorber este agua, por lo que la aprovecharemos menos y las riadas y problemas asociados a fuertes precipitaciones irán en aumento. Si lo unimos a una subida del nivel del mar, muy lente pero paulatina, acabará propiciando que en puntos del litoral se puedan producir más inundaciones por no poder evacuar la lluvia.

No queremos ser alarmistas, ni mucho menos, pero sin duda esto debe ser algo a tener en cuenta en futuras construcciones, limpiezas de ríos, desagües, etc...